domingo, 21 de febrero de 2016

¿Hay que respetar las tradiciones?

Las tradiciones siempre han existido, pasan de generación en generación y las hay muy variadas según el lugar del mundo en el que te encuentres, pero, ¿todas deben ser respetadas?
Una tradición puede ser aceptada o rechazada según la sociedad que la juzgue, pues entre sociedades hay diferencias de ideas y pensamientos a cerca de muchas cosas.
Al respecto, esta es mi opinión:
Creo que una tradición debe ser respetada siempre y cuando no damnifique o dañe a un individuo de forma innecesaria, sea animal o persona.
Las tradiciones deberían ser algo que se pueda disfrutar, no lamentar, y si es inofensiva como lo es la típica cena de Nochebuena, la Navidad, el festejo del carnaval, halloween, etc... no veo por qué no deba respetarse.
Es importante respetar los ideales de los demás para que respeten también lo que a ti te gusta, pero pedir respeto hacia una tradición que causa algún tipo de daño creo que, por lo menos para mí, es algo que no pueden pedir.
Un ejemplo es la ablacíon, es decir, mutilación de los genitales femeninos. Se da en al menos 28 países del continente africano y aproximadamente en nueve o diez de esos países el porcentaje de práctica de esta tradición es superior al 70%. La práctica de esta "tradición" es completamente innecesaria y sobre todo una aberración para esas pobres niñas que se ven obligadas a someterse a semejante mutilación.
Como decía antes, si esto aún se da es porque hay personas que lo ven como algo totalmente normal, lo han socializado. Pero en verdad, no se dan cuenta de que no es necesario dañar a una pobre niña y someterla a semejante dolor con objeto de eliminar que puedan sentir cualquier placer sexual.
Se realiza la práctica con técnicas muy rudimentarias, sin ninguna supervisión médica, y muchas de las sometidas a este procedimiento mueren al desangrarse o a los días/semanas por infección.
Esta es una de las tradiciones que perjudica y daña a un individuo de forma innecesaria, otra es la tauromaquía, una tradición en la que se lidia a un toro mientras le clavan estoques, seguidamente banderillas y para rematarlo el torero usa una puntilla. El animal muere ante los ojos de miles de personas de forma cruel y sangrienta, y para la ignorancia de muchos un animal siente dolor cuando lo hieren. Lo matan sin ningún fin racional, sin ningún motivo de peso por el que defender este espectáculo tan horrendo.

Una tradición no debe estar por encima de la razón.